Desde que partiste junto a Dios, estuve esperando el día este que tanto me atormentaba, confieso que la madrugada no dormí, no sabia que sentir, no pensaba, no sabia que haría ni como reaccionaria. Me aliste y salí rumbo a donde estabas físicamente porque tu sigues conmigo siempre; recuerdo que me prepare durante tres largos años y sentía un miedo atroz que este día llegara a mi vida, le temía a lo desconocido, pues nunca lo había vivido....... camine hacia vos junto a un señor, el encargado de desenterrar y mostrarme mi verdad, llegamos a tu lecho y comenzó a cavar, muchos minutos después llego a tu ataúd, estaba roto, supongo el peso de la tierra, el pasar del tiempo y los estragos de la naturaleza..... creí que cuando viera tus restos me pasaría algo, pero no me equivoque ...... estuve muy tranquila, no llore, no sentí pena, solo tranquilidad y paz......
Una vez que el señor puso cada huesito de tu ser, en tu nuevo pequeño ataúd, procedimos a trasladarnos físicamente de lugar en el cementerio.......
( Continuara...... )
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